La educación nutricional debe hacer hincapié en las prácticas dietéticas que afectan a la salud de los jóvenes, a su crecimiento y desarrollo físico, así como a su desarrollo intelectual. Los efectos inmediatos de modelos alimentarios incorrectos influyen en la aparición de malnutrición, anemia ferropénica, sobrepeso y obesidad, anorexia y bulimia, y caries dental.
El número de centros docentes que ofertan el servicio de comedor ha experimentado un crecimiento progresivo en los últimos años. Los colegios son los lugares ideales para evaluar la nutrición de los niños y jóvenes. Los aportes realizados en los comedores escolares son importantes desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo. La distribución calórica tiene que hacerse de acuerdo al ritmo de las actividades que el niño realiza a lo largo del día:
o Desayuno: 25%
o Comida: 30%
o Merienda: 20%
o Cena: 25-30%
La dieta mediterránea es el mejor ejemplo de alimentación saludable. En la dieta actual se ha reducido el consumo de verduras y legumbres, incrementándose desproporcionadamente el consumo de azúcares refinados y, sobre todo, de grasas saturadas, por ello es necesario establecer unas pautas para una alimentación saludable:
o La alimentación debe ser rica y variada.
o Se debe balancear la ingesta alimentaria con la actividad física de cada individuo.
o La dieta debe presentar consumo de cereales integrales, verduras y frutas.
o Aumentar el consumo de pescado blanco y azul.
o Disminuir el consumo de bebidas azucaradas.
o La dieta debe ser pobre en grasas, grasas saturadas y colesterol.
o Se debe potenciar el consumo de aceite de oliva virgen.
o La dieta debe ser pobre en azúcares refinados, sal y sodio.
Los objetivos de una alimentación saludable son:
o Conseguir un crecimiento adecuado.
o Evitar el déficit de nutrientes específicos.
o Consolidar unos hábitos alimentarios correctos.
o Disminuir la prevalencia de sobrepeso del 20% al 15% en mayores de 20 años.
o Disminuir el consumo de grasas saturadas del 30% del total calórico al 10%.
o Aumentar el consumo de HC complejos y de fibra dietética (5 raciones diarias de frutas y verduras, y 6 de cereales).
o Aumentar prevalencia del ejercicio físico en obesos hasta el 50% de la población.
o Aumentar el consumo de calcio hasta 2 raciones diarias, en al menos el 50% de la población mayor de 25 años.
o Disminuir el consumo de sodio.
o Aumentar el consumo de agua.
o Restringirse la bollería industrial.
Por tanto, ¡no olvides las recomendaciones!:
o Disfruta de la comida.
o El desayuno es una comida importante.
o Come de todo, toma alimentos variados.
o Los hidratos de carbono son un pilar básico en tu alimentación.
o Come fruta y verdura en cada comida.
o Conoce la grasa y escoge.
o Limita y cuida las comidas entre horas. ¡Evita el picoteo!
o Ajusta tus raciones.
o Sacia tu sed.
o Cuida los dientes.
o ¡Ponte en marcha!
Marta León León
Nutricionista ShC